Quiñenco y CCU entre las S.A. que más pagan a sus directores, sobre $ 200 millones anuales
A nivel global, el promedio de las remuneraciones en las empresas IGPA es de $ 59,9 millones anuales, mientras que en las Ipsa alcanza los $ 75,6 millones.
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Son las máximas autoridades a nivel empresarial, quienes en la última década han estado más expuestos que nunca al escrutinio público. Hablamos de los directores de sociedades anónimas abiertas, cargos que pese a haber ganado visibilidad y nuevas responsabilidades no han perdido interés, sino que por el contrario. ¿Cuál es su perfil? ¿Cuánto ganan? ¿Por qué son cargos tan apetecidos? La edición correspondiente a 2016 del estudio de Amrop MV Consulting “Los directores en Chile” descifra todas estas incógnitas mediante el análisis de las 40 empresas del IPSA (principal indicador bursátil local) y las 84 que componen el índice IGPA, abarcando un universo total de cerca de 1.000 puestos.
Quizás lo que más genera interés es a cuánto asciende la remuneración de un director y cuáles son los criterios para fijarla. Sin embargo, no hay una respuesta única para ello, ya que la dispersión entre las diferentes compañías es muy amplia.
Así, entre las que pagan mayores compensaciones a sus directores se ubican Quiñenco, CCU e Indiver (esta última sociedad ligada a las familias Marín, Pérez Cruz y Hornauer, actualmente en proceso de disolución), con cifras anuales por director que llegan a $ 245 millones, $ 228 millones y $ 227 millones, respectivamente. Por otro lado, se ubican aquellas que no realizan pago alguno para los integrantes de su mesa directiva, como el caso de AESGener, Pehuenche o SM Chile.
De acuerdo a Max Vicuña, socio de Amrop MV Consulting, “la gran diferencia que existe entre las que pagan mucho y las que no pagan no tiene una explicación económica”. A lo cual agrega que es una tarea pendiente a nivel empresarial en Chile, el que existan parámetros de referencia.
Los promedios
De todos modos, hay promedios y medias que permiten hacerse una idea. De acuerdo al informe, al comparar las compensaciones de los directores titulares, sin considerar a los presidentes y vicepresidentes -los que suelen percibir una dieta mayor-, se observa que las remuneraciones de las empresas IPSA son mayores a las que pagan las que componen el IGPA.
Así, mientras los directores de las IGPA ganan en promedio $ 59,9 millones anuales, los que figuran en las mesas de las empresas IPSA obtienen $ 75,6 millones al año.
Mientras, que al dividir por tamaño de empresas, entre las que componen el IGPA el informe identifica un promedio para las pequeñas, las medianas y las grandes.
En el primer caso la remuneración anual promedio es de $ 41 millones anuales, para las segundas alcanza los $ 60 millones y para las de mayor tamaño los $ 90 millones.
Generando diversidad
Al momento de hablar de perfil y diversidad al interior de las mesas directivas, desde Amrop señalan que la discusión se ha centrado mucho respecto del género, cuando también debiera extenderse a otros elementos como las profesiones.
De todos modos, respecto de la inclusión de las mujeres hay camino por recorrer, y es que en las empresas IPSA la presencia femenina en los directorios alcanza un 8% del total y en las IGPA llega sólo a 6,8%.
Al parecer las exigencias para ellas son mayores, ya que al analizar el nivel de estudios, mientras el 37% de los directores hombres tiene un postgrado, en el caso de las mujeres el nivel alcanza al 52%, en las empresas IGPA.
Respecto de la diversidad en términos profesionales también hay camino por recorrer. Al analizar el global de directores IGPA, el 74% se lo reparten ingenieros comerciales (34,2%), ingenieros civiles (25,8%) y abogados (14%).
Mientras, sólo un 10% del total corresponde a profesionales de otras carreras.
Max Vicuña, socio de Amrop MV Consulting
"En las remuneraciones de directores no existe punto de referencia"
Tras realizar la versión 2016 de "Los directores en Chile", Max Vicuña, socio de Amrop MV Consulting, dice que uno de los puntos más relevantes a analizar es el de las remuneraciones, específicamente por la disparidad que hay en dicho mercado y la necesidad de que se genere una especie de homologación.
- ¿Cuál es la diferencia entre las empresas que pagan más y las que pagan menos?
- No existe una explicación económica que se pueda deducir para entender por qué existe tanta diferencia.
- ¿Y el benchmark mundial es así de dispar también?
- Tampoco es relevante, porque lo que se puede entender por director en EEUU, por ejemplo, es otro rol, otra función, otro objetivo y otro perfil. Y en ese sentido no son comparables.
Pero, si uno se va al mercado chileno, que es muy competitivo en todo orden de cosas, donde existen parámetros referenciales respecto de bienes y servicios y también en remuneraciones, no existe punto de referencia.
- ¿Eso es un problema?
- Eso es algo que está pendiente, no digo que haya una homologación, pero sí un criterio que responda a una lógica y esa lógica responda a lo que es la contribución, la responsabilidad, la dedicación, entre otros aspectos.
- ¿De qué depende que exista?
- Eso depende exclusivamente de la autorregulación, y sin embargo, con todos los cambios que ha habido en el mercado ha quedado siempre pendiente.
- ¿Ha habido un aumento en las remuneraciones de los directores?
- Ese es un punto central. Y es que después de que se han observado tantos episodios en el mercado, suficientes como para que exista cierta reticencia a ser director, el interés se mantiene absolutamente inalterable.
Y si uno hace un link entre el interés y el que las rentas no obedecen a una lógica económica, se puede deducir que el interés por de participar en directorios no está necesariamente relacionado con la remuneración que recibe.